Cuando PORTALES llegaba hasta Carmen.

Allá por el año 1967 se empieza a poblar la Villa Portales, mayoritariamente con familias que venían de la población Pizarreño a vivir en “su casa propia”, de esta naciente villa, ubicada en calle Portales. Esta antigua calle de la gloriosa comuna de Maipú, que en ese entonces contaba con una solo cuadra, que nacía en la calle Pajaritos y terminaba en la calle Carmen; ya que desde ahí comenzaba el fundo de la familia Infante.

Esta nueva comunidad en formación, estaba compuesta mayoritariamente por familias numerosas, con muchos niños y jóvenes que ya traían una formación deportiva y un gusto especial por practicar el fútbol. Pero se encontraron que en este lugar, no existía espacio para construir una cancha de fútbol, y solo existía un sitio eriazo, que inicialmente estaba destinado a construir una plaza.

Rápidamente; la juventud de esa época, y por la necesidad de tener un lugar de sano esparcimiento, prácticamente se tomó dicho espacio, y bastaron cuatro piedras grandes para constituir los arcos, y así lograron tener su primera cancha de baby. Después, gracias al aporte de algunos vecinos y fondos de la propia juventud, tuvieron unos de fierro.

Memorables son aquellas pichangas interminables, que duraban 3 o 4 horas, en que nadie aflojaba, con equipos de 10,11,12,13 o más jugadores por lado; ya que ninguno aceptaba quedar afuera de estas pichangas. Aún en pleno invierno, bastaba que dejara de llover un ratito y se juntaban espontáneamente 20 o 30 muchachos armados con palas, chuzos, tarros y escobas; para que en cuestión de minutos, dejar la cancha apta e iniciar inmediatamente el juego. Los fines de semana no faltaba quién hiciera dar 2 o 3 botes a una pelota y aparecían en cuestión de minutos los jugadores y se armaban unas pichangas eternas. Quién no jugó a las siete de la tarde, la última del año o las 10 del otro día, la primera del año.

Después de algún tiempo, y gracias a la gestión de los dirigentes del comité de pobladores de la villa; del club juvenil “El Amanecer” (mayoritariamente conformado por muchachos y muchachas de la misma villa), y el aporte de los señores Raúl Castro y de don Mario Panza; fuimos favorecidos por la Digeder, y en ese sitio eriazo, nos construyeron nuestra cancha de baby-fútbol.

Para la inauguración de la cancha se organizo un gran desfile, en que estuvieron representados varios deportes (tenis, fútbol, básquetbol, etc.), prácticamente desfiló casi toda la gente de la villa. Fue un acontecimiento que estremeció en lo más hondo a toda la comunidad. Y surgió así la necesidad de organizarnos de mejor manera para un mejor aprovechamiento de esta cancha.

 Y a raíz de esta necesidad, surge la figura de Mario Bravo Rojas, un líder y organizador innato quién ayudado por un grupo, entre los que se encontraban los Balbontín, los Muñoz, los Gutiérrez, los Iriarte, etc., fueron dando cuerpo a una organización que fue la encargada de efectuar competencias internas de la villa; competencias que dejaron recuerdos imborrables en los pobladores.

Y es así, que en este sector de Maipú, fue adquiriendo fama este grupo de muchachos deportistas; y primero fueron los jóvenes de otras villas vecinas, que se integraron a este movimiento y luego empezaron a llegar desafíos deportivos de otras instituciones de la comuna. De mas esta decirlo; pero sin falsa modestia, llegamos a ser prácticamente imbatibles tanto de local como de visita, en lo que al baby-fútbol se refiere. En nuestra modesta cancha llegamos a enfrentar a equipos integrados por jugadores del Colo-Colo de esa época ( un Mario Galindo, Lizardo Garrido, Neculñir, Ormeño, Lucho Pérez, etc.) a equipos de cadetes de clubes profesionales, saliendo siempre bien parados de esos enfrentamientos deportivos.

Luego llegaron desafíos de jugar al fútbol (ya el baby-fútbol nos estaba quedando chico) y es en este momento, que nos damos cuenta que nuestra naciente agrupación no tenía nombre. Y en una improvisada reunión en nuestra propia cancha, salió el nombre de LOS BOCA SECA (nombre de la autoría de Jaime “Chato” Adasme) lo que la gran mayoría acepto; sin pensarlo mucho, con gran algarabía.

Y es a raíz de estos nuevos desafíos, que los líderes de esa época, deciden darle a esta agrupación, una organización definitiva. Y después de varias reuniones informales, algunas en la casa de don Mario Bravo y otras en casa de José Díaz, se decide llamar a una reunión general en el recinto de la sede de la villa; para elegir una Directiva y un nombre definitivo a esta naciente institución.

 Y el 23 de Febrero de 1975, en una memorable reunión, queda oficialmente creado el club Deportivo “UNION PORTALES”, (nombre propuesto por el recordado socio José “Pepe” Díaz). Cuya primera directiva, queda integrada por los socios: Mario Bravo R., Rene Urbina, Heriberto Gutiérrez C., Ricardo Muñoz A., José Díaz y Ricardo Quevedo.

Inicialmente participamos en el campeonato de la Liga Industrial, haciendo de local en la cancha de la CTI; rápidamente nos apoderamos del primer lugar y fue así que; llegamos al final del campeonato como punteros (nos faltaba solo un punto para ser campeones) y el rival no llegaba, nosotros privilegiando el fair play; no le pasamos reglamentario y decidimos esperarlos, al final llegaron, nos ganaron y tuvimos que quedarnos solo con el segundo lugar.

Pero no importa; porque al otro año logramos ser los Campeones, y al mismo tiempo creamos la semilla del club (la sección cadetes); que participo por primera vez y con mucho éxito en el Campeonato Metropolitano de Cadetes. Esta valiosa semilla, con el transcurso de los años ha sido la que mantiene viva la llama del Portales, y más de alguno de sus integrantes, ha logrado llegar al fútbol profesional.

Así se fue plasmando, una de las finalidades más importante del Unión Portales; que este sea un club, donde sus integrantes tengan un espacio para practicar su deporte favorito; pero que a su vez, este sea un lugar donde se cultive la amistad, el compañerismo, la lealtad, la buena convivencia, y en que seamos mejores deportistas.

En definitiva, no solo queremos que de nuestra institución salgan buenos jugadores de fútbol, sino que mejores personas.